martes, 16 de noviembre de 2010

Cosas importantes

Y es que normalmente me callo lo que debiera decir, racionalizo demasiado mis propios sentimientos, ni que decir los de los otros. Y dejo que todo se acumule sin posibilidad de liberarlo. No es que no sea sincera, o que no me guste la verdad. Pero cuando atañe a todo lo que sucede dentro de mí, entonces prefiero que se quede allí muy profundo en mí.