No sabes pero me dueles, cada palabra que expresas aunque sea la más amable, me duele terriblemente como si marcaran mi piel con el hierro caliente. Insistes en que no eres cruel, que esa urgencia casi animal la has suprimido. Pero yo hago que seas cruel conmigo.
Te amo, y te lo dije una vez, creo que no lo tomaste en serio. Asumí que esa era tu forma sutil de rechazo.
Me hablas de ella, y sabes que cuando hablas de ella, hablas de mí, porque es mi doble, y casi lo sabes, o lo sabes pero lo obvias.
No importa lo que pase mientras estes cerca, yo lo estare también dandote mi apoyo, es que aunque me dueles, cuando me alejo la lejanía me duele mucho más.
